Primer fin de semana en Copenhague
El sábado fue un día intenso, que vino marcado por la primera actividad social de la temporada: una representación de danza moderna en un Teatro de lo que de momento vamos a denominar "las afueras" -que no son tales- de la ciudad.
Cierto es que los que me conoceis sabeis que no soy muy dado a la danza. Si a eso le añadimos el apelativo de moderna, tenemos un resultado que en Madrid ni me hubiera planteado como plan, pero acabo de llegar, y es una buena oportunidad de empezar a conocer gente, la ciudad...
La obra no fue más allá de las expectativas. Ximo, ¡seguro que a ti te hubiera gustado!. Pero a la vuelta de tren (por cierto, picando como los antiguos bonobuses de Madrid, pero de dos en dos, por lo de la distancia...), reunión en Norreport(¿se escribirá así?) y cena en "The king of Kebabs". Después copas en Mexibar, y dada la hora y mi disposición en ese momento, vuelta a casa.
Los kebabs (Döner, Döner) son iguales en todos lados, las copas también -el precio no- pero de esta noche me quedo con un crack griego llamado Mihali (de nuevo, ¿se escribirá así?), que es capaz de amenizar cualquier reunión amén de ser un pozo de sabiduría de Copenhague (cuatro años por estos lares dan para mucho). También, por el otro lado, los 45' andando desde el bar hasta mi casa, que seguro que cuando conozca esto serán 20, pero a la 1:30 de la noche y sin haber conseguido un cochino mapa de esta zona de la ciudad, es lo mejor que pude hacer.
El domingo tocó hacer de cocinillas, y preparar un poco la comida de la siguiente semana, ya que entre semana no preveo mucho tiempo para cocinar (benditos congeladores). Por la tarde hubo café con dulces típicos daneses en el recién estrenado piso de mi compañera Maya. Increíble que con lo poco dado a los dulces que soy, me hayan gustado casi todos... Conocimos a Fernanda, no sin problemas de agenda, que va a trabajar en UNOPS y seguro que será una de las fijas en las salidas por Copenhague este año.
La bici empieza a hacerse, si cabe, más imprescindible. Otra media hora larga andando desde mi piso hasta el de Maya... No quiero ni piensar lo que habría que andar hasta el piso de Rafa en Valby...
La tarjeta del CPR (algo así como el DNI, el número de seguridad social, la identificación para matricularse en gimnasios, clases de idiomas, etc. TODO JUNTO) es la otra pata de este banco, que por lo que veo empieza también a hacerse imprescindible.
Dejo los comentarios sobre precios de los supermercados y alguna curiosidad para otro día...
El sábado fue un día intenso, que vino marcado por la primera actividad social de la temporada: una representación de danza moderna en un Teatro de lo que de momento vamos a denominar "las afueras" -que no son tales- de la ciudad.
Cierto es que los que me conoceis sabeis que no soy muy dado a la danza. Si a eso le añadimos el apelativo de moderna, tenemos un resultado que en Madrid ni me hubiera planteado como plan, pero acabo de llegar, y es una buena oportunidad de empezar a conocer gente, la ciudad...
La obra no fue más allá de las expectativas. Ximo, ¡seguro que a ti te hubiera gustado!. Pero a la vuelta de tren (por cierto, picando como los antiguos bonobuses de Madrid, pero de dos en dos, por lo de la distancia...), reunión en Norreport(¿se escribirá así?) y cena en "The king of Kebabs". Después copas en Mexibar, y dada la hora y mi disposición en ese momento, vuelta a casa.
Los kebabs (Döner, Döner) son iguales en todos lados, las copas también -el precio no- pero de esta noche me quedo con un crack griego llamado Mihali (de nuevo, ¿se escribirá así?), que es capaz de amenizar cualquier reunión amén de ser un pozo de sabiduría de Copenhague (cuatro años por estos lares dan para mucho). También, por el otro lado, los 45' andando desde el bar hasta mi casa, que seguro que cuando conozca esto serán 20, pero a la 1:30 de la noche y sin haber conseguido un cochino mapa de esta zona de la ciudad, es lo mejor que pude hacer.
El domingo tocó hacer de cocinillas, y preparar un poco la comida de la siguiente semana, ya que entre semana no preveo mucho tiempo para cocinar (benditos congeladores). Por la tarde hubo café con dulces típicos daneses en el recién estrenado piso de mi compañera Maya. Increíble que con lo poco dado a los dulces que soy, me hayan gustado casi todos... Conocimos a Fernanda, no sin problemas de agenda, que va a trabajar en UNOPS y seguro que será una de las fijas en las salidas por Copenhague este año.
La bici empieza a hacerse, si cabe, más imprescindible. Otra media hora larga andando desde mi piso hasta el de Maya... No quiero ni piensar lo que habría que andar hasta el piso de Rafa en Valby...
La tarjeta del CPR (algo así como el DNI, el número de seguridad social, la identificación para matricularse en gimnasios, clases de idiomas, etc. TODO JUNTO) es la otra pata de este banco, que por lo que veo empieza también a hacerse imprescindible.
Dejo los comentarios sobre precios de los supermercados y alguna curiosidad para otro día...
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